viernes, febrero 27, 2009

IFE


Todos sabemos en qué terribles circunstancias quedó el IFE después de las elecciones federales de 2006. Una elección presidencial en extremo cerrada y un ex-candidato (perdedor) berrinchudo dio pie a que se cuestionara la validez de la elección (curiosamente, sólo la presidencial, y no las de senadores y diputados) y se dudara de la honestidad de los consejeros del IFE. Se volvio a escuchar el grito de ¡FRAUDE!.

Después del berrinche pejista, se procedió a una renovación anticipada de los consejeros del IFE, empezando por Luis Carlos Ugalde (lean su libro "Así lo viví"), entrando nuevos consejeros (entre ellos el Consejero Presidente, que ahora es Leonardo Valdés) que, se supone, tienen mejores características para conducir al Instituto bajos sus principios rectores, entre los que estrán la independencia, autonomía, certidumbre, etc.

Hasta acá, todo bien, al parecer. Pues bien, esta semana nuestros amados consejeros han mostrado el cobre: primero se otorgaron una generoso aumento de salario, de más del 40%, con lo que el mismo llegaría a más de $300,000.00 (trescientos mil pesos 00/100 M. N.), una verdadera ofensa en estos tiempos de crisis mundial. Desde luego, no faltó quiénes reclamaran (todos), por lo que los Consejeros debieron recular de su intento.

Por si fuera poco, el Consejero Presidente asistió ayer a una reunión del IFE (con otros Consejeros Presidentes, locales y distritales) en Ixctapan de la Sal, Méx., y regresó al DF en un helicóptero. Hasta acá, nada fuera de lo común, pero resulta que el aparato fue "prestado" por... ¡Enrique Peña Nieto! Como sabemos, Enrique Jimmy Neutrón Peña Nieto (Señor Peña: ¿cuándo va a meter a la cárcel a su amigo Montiel?) es el suspirante presidencial priyista que está más arriba en la intención del voto de la población. Es un casi seguro candidato para Presidente en el 2012, por el PRI.


Todo esto no hace más que dejar mal parado al IFE, que es lo que, después de lo que pasó en 2006, no debería pasar. No hay credibilidad, no hay independencia, no hay imparcialidad.

Todo esto huele mal, muy mal.

Fotos de Reforma.

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